El sector inmobiliario vive actualmente uno de sus momentos dulces. La vivienda, que en los peores años de la crisis llegó a perder hasta un 40% de su valor, lleva dos años recuperándose. Y esto es gracias a una política económica estable, a la recuperación del nivel de confianza del consumidor y a que los bancos han vuelto a ofrecer financiación a un interés tan bajo como no habíamos visto nunca.
Sin embargo, “No es oro todo lo que reluce”, afirma Jesús Duque, vice-presidente de la red Alfa Inmobiliaria, con más de 20 años de experiencia en el sector y más de 220 oficinas repartidas por España e Iberoamérica.
En opinión de este experto, “Internet y las nuevas tecnologías están reduciendo el gap de conocimiento existente del agente inmobiliario especializado, y la persona que se acerca puntualmente al sector para comprar o vender una vivienda”.
Y, si comprador y vendedor pueden acceder a una información similar, ¿Cuál es hoy el valor del nuevo agente inmobiliario? La conclusión a la que llega Duque es la siguiente: “El intermediario aporta un valor que no es valorado por muchos de los clientes”.
Ante este cambio de paradigma, el responsable de la cadena Alfa Inmobiliaria asegura que las agencias solo podrán sobrevivir basando su trabajo en la transparencia. Sustituyendo el concepto de intermediación por el de mediación, aportando todo su conocimiento y experiencia como un “facilitador de acuerdos”, y con la condición de que todo el proceso se desarrolle en presencia de todas las partes “en sustitución del anticuado sistema en que el agente asumía el control de la operación como intermediador”.
Con esta filosofía, Alfa Inmobiliaria lleva ya años trabajando en la negociación directa, y con muy buenos resultados. “Invitamos al resto de agencias a que pongan esta iniciativa en marcha por el bien de todos pues, de lo contrario, lo que puede estar en riesgo es este sector”, concluye.